CUENTO: La Fiesta

Con este cuento, Sergio Alfonso Macedo Cotrino, estudiante de 3er grado de la IED de Ferralarada, resultó ganador del “Concurso Nacional de Escritura, Territorio de Historias”, siendo parte de los mil seleccionados entre 22.845 textos participantes. 

 


Los animales estaban muy preocupados, porque se enteraron que cerrarían el zoológico ya que los alimentos para mantenerlos eran muy pocos y cada día se agotaba más, los animales serían separados  y llevados a lugares distintos; ellos eran muy amigos entre todos ya que toda su vida habían estado en este lugar y no se querían separar.

Entonces el león dijo: “Tranquilos, debemos mantener la calma, no pierdan la esperanza compañeros, buscaremos una solución”.

“Haremos una reunión esta noche y cada animal pensará en una idea para solucionar el problema” dijo la jirafa.

Entrada la noche se reunieron y la primera en hablar fue la tortuga: “yo propongo  realizar una competencia de carreras, el elefante dijo: “yo propongo torneo de salto largo”, el flamenco un reinado de belleza y así todos opinaban y comentaban cosas diferentes, pero ninguna de estas ideas, solucionaba la falta de alimento.

Cansados, con sueño y sin hallar una solución, se miraban unos a otros con gran tristeza.

Pero de repente una delicada voz decía: “Una fiesta, una fiesta” miraron todos y observaron a un pequeño ratón gritando y saltando, el león se enojó y le dijo: “Estamos en problemas y tu pensando en fiestas”

El ratón le contestó: “Si hacemos una fiesta podemos invitar al resto de animales que viven fuera del zoológico, son muchísimos, vendrían todos, estoy seguro, pues en la invitación escribiremos que la entrada es gratis y que sólo deben traer comida para compartir, así tendremos el alimento necesario para todos.

Entonces los animales  estuvieron de acuerdo y se organizaron para alistar la fiesta. Los loros prepararon un show de chistes, unos  guacamayos un desfile de modas y los cisnes un concurso de baile, la orquesta sería dirigida por los turpiales y las cacatúas; con todo ya listo fijaron la fecha y se dispusieron a repartir las invitaciones, las encargadas de entregarlas fueron las palomas.

Con mucha ansiedad llegó el esperado día y uno a uno fueron llegando los invitados.

Los primeros en aparecer fueron los animales marinos, que llevaron toneladas de pescado, por su parte las aves llevaron cestos llenos de frutas, la leche y el queso estuvo a cargo de las vacas, los conejos no dejaron en el campo una sola hortaliza, la llevaron toda y la carne  la cargaron el cordero y el cerdo y así seguían llegando invitados y con ellos  montones de alimentos.

¡Qué comience la fiesta! dijo el ratón y la orquesta empezó a cantar. Baile, chistes, desfiles, hicieron de la noche la más calurosa de todas.

Ya faltaba poco para que amaneciera y el león pidió la atención de todos y dijo: “Por circunstancias de la vida, nosotros los animales de este zoológico hemos estado encerrados y privados de nuestra libertad, pero nos hemos convertido una familia y los lazos de amistad son más fuertes que estas rejas, gracias por mantener la esperanza de seguir juntos y ustedes animales invitados que tienen la dicha de ser libres, gracias por venir, pues el motivo de esta fiesta se los contará un integrante de esta familia.

Entonces con voz tierna y brincando para que lo vieran, el ratón relató los motivos por los cuales estaban todos reunidos.

De repente, el pequeño ratón fue rodeado por grandes y enormes gatos que dijeron: “Claro cuando los gatos no están en casa los ratones hacen fiesta” lo cogieron, lo alzaron y pidieron un aplauso para él, por tan maravillosa idea.

Tomó la palabra el perro para decir: “la amistad, la bondad, la gratitud y la fidelidad, siempre deben permanecer en nuestro corazón y hoy todos los presentes aquí demostramos ser verdaderos amigos”.

La fiesta acabó y los invitados antes de irse, prometieron que estarían siempre dispuestos a colaborarles cuando lo necesitaran.

Contentos y felices los animales del zoológico, veían la cantidad de comida que les habían llevado. Entonces Alzaron y organizaron, dejando todo limpio y se fueron a dormir con la tranquilidad de que seguirían todos unidos.

En la mañana cuando los cuidadores del zoológico llegaron y vieron toda la comida que había, desistieron de cerrar el zoológico y dieron gracias a Dios por el milagro, pues no se explicaban de donde había salido tanto alimento.

Por su parte los animales cada vez que veían que el alimento se escaseaba, enviaban a las palomas con invitaciones para una nueva fiesta.


En reconocimiento a la participación del niño Sergio Alfonso Macedo, la Administración Municipal de Choachí hizo entrega de un computador.

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