Poesía Palestina. ¡Que cese la masacre al pueblo palestino y la ocupación de su territorio!



La poesía es voz y testimonio, por tanto es una herramienta posible y permanente de resistencia, denuncia y solidaridad ante la barbarie, el saqueo y la masacre a la que ha sido sometido el pueblo palestino a manos del genocida Estado sionista de Israel. Aquí una muestra de poetas palestinos que desde la memoria nos cuentan la crudeza del presente. ¡Que cese la masacre al pueblo palestino y la ocupación de su territorio!


La tierra se estrecha para nosotros


Mahmud Darwish

Traducido por: María Luisa Prieto

La tierra se estrecha para nosotros. Nos hacina en el último pasaje y nos despojamos de nuestros miembros para pasar.

La tierra nos exprime. ¡Ah, si fuéramos su trigo para morir y renacer! ¡Ah, si fuera nuestra madre para apiadarse de nosotros! ¡Ah, si fuéramos imágenes de rocas que nuestro sueño portara cual espejos!

Hemos visto los rostros de los que matará el último de nosotros en la última defensa del alma.

Hemos llorado el cumpleaños de sus hijos. Y hemos visto los rostros de los que arrojarán a nuestros hijos por las ventanas de este último espacio. Espejos que pulirá nuestra estrella.

¿Adónde iremos después de las últimas fronteras? ¿Dónde volarán los pájaros después del último

cielo? ¿Dónde dormirán las plantas después del último aire? Escribiremos nuestros nombres con vapor

teñido de carmesí, cortaremos la mano al canto para que lo complete nuestra carne.

Aquí moriremos. Aquí, en el último pasaje. Aquí o ahí…

Germinarán olivos…

De nuestra sangre.


De Menos rosas (1986)


Solo quiero estar en tu seno


Fadwa Tuqan


Traducido por: María Luisa Prieto


Sólo quiero morir en mi tierra,
Que me entierren en ella,
Fundirme y desvanecerme en su fertilidad
Para resucitar siendo hierba en mi tierra,
Resucitar siendo flor
Que deshoje un niño crecido
En mi país.
Sólo quiero estar en el seno de mi patria
Siendo tierra
Hierba
O flor

(Perteneciente al poemario: La noche y los jinetes (1969).




Cómo mato a los soldados

Ahlam Bsharat

(Traducción; Gustavo Osorio de Ita)

Soldados coloniales,
¿Qué le han estado haciendo
a mi poesía todos estos años
cuando fácilmente pude haberles dado muerte
en mis poemas
así como ustedes han matado a mi familia
fuera de la poesía?
La poesía ha sido mi oportunidad
para ajustar cuentas con los asesinos,
pero los dejo envejecer afuera,
pues quiero que conozcan el detrimento
de sus vidas, que se arruguen sus rostros,
que se adelgacen sus sonrisas,
y que se herrumbren sus armas.
Así que si ustedes, lectores, ven a un soldado
paseándose por mi poema,
tengan confianza en que lo he abandonado a su destino
así como se abandona un criminal
por los años que le queden,
aquellos que se encargaran de ejecutarlo.
Y sus oídos serán los que se encarguen de ejecutarlo
mientras me escucha recitar mi poema
para las dolientes familias,
y no podrá escabullirse
de mi libro o del sitio de la lectura
mientras la gente sentada lo mira fijamente.
No serás consolado,
soldado, no, nunca,
ni siquiera cuando salgas
de mi lectura de poesía
encogido de hombros
y con los bolsillos cargados de balas muertas.
Incluso si tu mano,
trémula como se encuentra
por tanta muerte,
se pone a jugar con las balas,
tú no
producirás nada
salvo un sonido muerto.
(Círculo de poesía)



Me sacas
Fady Joudah

(Traducción; Gustavo Osorio de Ita)

Tú que me sacas de mi casa
estás ciego ante ese tu propio pasado
que nunca te abandona,
sin embargo no eres un topo
como para poder ahora oler y sentir lo que
me estás haciendo.
Un ahora tardo, desgastado, para que el pasado
sea un cambio climático y no una masacre,
para que el presente acabe nunca.
Pero yo estoy más cerca de ti que lo que tú estás de ti mismo
y esto, mi amigo enemigo,
es la definición de distancia.
Oh, no te indignes,
mira este video, te paso el link,
en el cual me borras miembro por miembro
y me lanzas hacia la calle para hacerme marchar
hacia mi catástrofe en un presente
que aún no alcanza el tamaño de tu pasado:
¿es acaso este el muro
contra el cual estás tirando tus dados?
Sí, estoy hablando de etimologías, estoy de acuerdo
con que la balanza se incline a tu favor,
a mí no me importan esas cosas, yo tengo un corazón
que se pudre, que resiste, que tiene esperanza, tengo genes,
como los tuyos, que no se adscriben
a la jerarquía de los daños.
Tú que me sacas de mi casa
también has sacado a mis padres
y a sus padres de las suyas.
¿Cómo es la vista desde mi ventana?
¿A qué sabe mi sal?
¿Acaso debo condenarme un poco
más para que tú puedas perdonarte a ti mismo
en mi cuerpo? Oh, cuánto amas mi cuerpo,
mi cuerpo, mi casa.

(Circulo de Poesía) 

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