Comunidad conmocionada por fallecimiento de estudiante en el IED El Hato, Choachí

Protesta IED Hato Choachí

Por periódico El Sirirí

El día 28 de septiembre, cerca del mediodía, Maribel* recibe la llamada de su cuñada que con voz angustiada le informa que en el colegio de la vereda el Hato,  donde su hijo estudia, hubo un grave accidente. Ella llama inmediatamente a su hijo, pero él no le contesta, ella insiste muchas veces pues está muy preocupada, necesita saber si está bien. Por fin alguien le contesta el teléfono de su hijo, es el señor Alfredo, el conserje del colegio, quien le dice le pedí el favor a un niño que se subiera sobre la teja a bajar las hojas, el niño se me cayó  y en este momento está en el puesto salud ¿Usted es la madre de Ricardo?.  Maribel le contestó que no, pero que conocía a Ricardo, era amigo de su hijo. 

El estudiante José Ricardo Castro Acosta, de diecisiete años, quien cursaba el grado décimo, cayó del tejado del laboratorio al partirse una teja que estaba vencida y por tal hecho falleció. Su cuerpo llegó sin vida al centro de salud del pueblo. Según testimonios de madres de familia, el estudiante fue sacado de su salón de clases con un grupo de cinco estudiantes, entre los que estaba el hijo de Maribel, a quienes el conserje les pidió cumplir horas de obras sociales realizando labores de limpieza del colegio.

Madres de familia y estudiantes, que prefieren no dar sus nombres, advierten que este no es un hecho aislado y que no es la primera vez que en el colegio se le pide este tipo de tareas a los estudiantes de cursos superiores. 

Este hecho ha conmocionado a la población de la vereda y del municipio de Choachí que asistió masivamente a la caravana de solidaridad que acompañó el cuerpo del joven desde Cáqueza a Choachí.

El pasado 4 de octubre la Secretaría de Educación citó a estudiantes y padres para realizar una jornada de apoyo psicosocial, sin embargo, la comunidad decidió no ingresar y realizar una protesta exigiendo que el Rector, el conserje y el coordinador del colegio sean retirados del plantel mientras cursan las investigaciones pertinentes, pues aunque a estos ciudadanos les asiste la presunción de inocencia, según los padres de familia, es clara la responsabilidad de las directivas del plantel en los hechos ocurridos, incluso advierten que no enviarán a sus hijos al colegio cuando reinicien las clases, si este personal se mantiene en el colegio. Aducen que puede haber presiones sobre parte de la comunidad escolar para ocultar parte de los hechos, lo que podría generar casos de revictimización para los estudiantes o represalias contra los mismos, sus familias y su comunidad.  Dentro de sus exigencias está que se debe garantizar el derecho a la educación de sus hijos en un ambiente seguro y confiable.

Uno envía a sus hijos a estudiar, no a que los pongan a hacer trabajos peligrosos que no les corresponde, dice una madre de familia, que además relata que su hijo, compañero de José Ricardo, no puede conciliar el sueño ni quiere volver al colegio,  otros padres presentes en la protesta confirman que sus hijos también se encuentran gravemente afectados por el acontecimiento.

La comunidad manifiesta no tener ninguna confianza en el rector, el señor Guillermo Torres, pues este se ha caracterizado por ejercer maltrato y señalamientos a personas de la comunidad, por presionar,  manipular y mentir  a parte de la misma comunidad en el ejercicio del gobierno escolar, por excederse en sus funciones y por negar derechos fundamentales a los estudiantes y acceso a espacios públicos comunales de la vereda de manera arbitraria y autoritaria, entre otras anomalías.

A continuación presentamos los videos grabados por la comunidad el día 4 de octubre:

*Nombre cambiado para proteger a la madre de familia