Consideraciones sobre el estado de las vías a cargo de la Perimetral de Oriente



Vía vereda el Hato - Potrero Grande Choachí/POB

Por Mauricio Romero. 

La situación cada vez es más tensa, la conexión Choachí Fómeque-Ubaque y Ubaque Cáqueza está en condiciones deplorables y peligrosas.

Junto con la posibilidad de accidentes y daños a los vehículos se encuentra cada vez más cerca un cierre por daños estructurales (que ya no solamente baches).

En caso de generarse un cierre total, ¿quién asumirá las pérdidas para la industria, el comercio, los gastos adicionales en dinero y tiempo de vida de los desplazamientos cotidianos de los habitantes de Ubaque, Fómeque y una parte de Choachí?

Todo lo anterior genera tensiones cada vez más fuertes entre los diferentes grupos sociales que forman el pueblo del Oriente de Cundinamarca y las entidades. ¿No será esto lo que esperaban quienes adelantaron el trazado nefasto, impugnado inicialmente por la comunidad? 

¿No estarían los negociantes de siempre esperando que las contradicciones se exacerbaran para promover como solución rápida y fácil el trazado inicial?

Es cierto que en este momento las economías de Fómeque y Ubaque se encuentran en serio riesgo de sufrir un golpe muy fuerte en caso de cierre de la vía. Cuando esto tome más fuerza, lo más probable es que estas comunidades, los comerciantes, industriales y gente del común apoyen más la solución de continuar la perimetral sin oposición, sin considerar un trazado más inteligente y menos lesivo para el ecosistema.

Debemos ser conscientes que en este momento la suerte está echada. Como “todo tiene que ver con todo”, las licencias mineras otorgadas para la explotación de material de construcción en zonas de Ubaque y Choachí podrían entrar a formar parte de toda la discusión.

Nos pueden plantear lo siguiente: Si quieren carretera y pronto (porque la cuestión no da espera) entonces permitamos la explotación minera sin ningún reparo y también el trazado inicial de la perimetral.

La respuesta para evitar que las contradicciones y diferencias entre nosotros mismos puedan llevarnos a ser útiles a los intereses de las empresas y politiqueros que no consideran nada más allá que su lucro personal debiera ser que se intervengan las vías para su mantenimiento estructural sin que necesariamente la perimetral se construya por allí.

Las figuras legales existen, evidentemente. La vía se encuentra en un estado tan deplorable que bien podría retirarse la jurisdicción a la perimetral en algunos tramos y adelantar intervención por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo. Y respecto a los materiales de construcción, determinar la minería de menor impacto. El pueblo en general no se niega tozudamente a la minería, se niega a la minería que eche a perder los ecosistemas y los medios de vida de manera irremediable. Se opone a la minería irresponsable que arrasa con el solo fin de enriquecer a unos cuantos accionistas. Básicamente habría que ser conscientes de la situación en la que nos pone la lucha por unas vías dignas, en la encrucijada que nos hallamos y evitar ser manipulados o utilizados para satisfacer intereses mezquinos.


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