Fiebre de Vacunas

Largas filas, personas que pasaron la noche bajo la lluvia, desorganización en la asignación de turnos, y hasta ventas de recibos de la luz para la gente de Bogotá resultaron siendo los aspectos agridulces de las jornadas de vacunación que se llevan en estos días en los municipios de oriente.

Aviso de las jornadas de vacunación en el IED Laureano Gómez de Choachí. 

Lo que hemos vivido en estos días es un reflejo del miedo que ha generado la pandemia. Ciudadanos de todas las edades y especialmente habitantes de la ruralidad apenas se enteraron por los medios de comunicación oficiales de la llegada de dosis al oriente de Cundinamarca se han volcado masivamente generando filas, trasnochos e incomodidades, situaciones que llaman a replantear la organización en las jornadas de vacunación.

Resulta entendible que nuestros paisanos busquen afanosamente vacunarse, pero a la falta de un orden la situación se ha convertido en un desafío para las autoridades. Debe aclararse que las administraciones municipales han realizado un enorme esfuerzo para llevar la vacunación a sus habitantes y antes que nada debemos hacer un especial reconocimiento a los empleados de la salud que se han esforzado porque todo salga bien. De verdad la situación es difícil. El número de dosis de vacunas resultan muy escasas y el llamado es a priorizar a las personas de mayor riesgo o edad. 

En los días pasados el desorden fue evidente. Si la intención era evitar aglomeraciones y cumplir con los protocolos de bioseguridad, debe avanzarse enormemente en una forma más eficiente de repartir las dosis. Lo vivido en estas jornadas dejó una sensación de desencanto pues las larga filas llevan a pensar en un alto riesgo de contagio. En Choachí se reportó que alrededor de 80 personas pasaron la noche esperando el turno. Tras una lluviosa noche la policía realizó un registro de las personas, pero aún así  hubo casos de colados y algunos que llegaron de zonas apartadas perdieron el viaje y no alcanzaron a la ficha.

  

                                                 

En Fómeque, como reportó Ondas del Mortiñal, sucedió un caso parecido y la cola antes que apareciera el sol  le daba la vuelta al municipio. Todo esto nos lleva a mejorar la estrategia y la ciudadanía propone citar por horarios a las personas, especialmente a aquellos que viven en las veredas, pues muchas de ellas se desplazaron desde muy lejos y no lograron su objetivo. 

"La asignación de turnos es muy desordenada no se respeta el distanciamiento, ni los turnos. Tristemente los colados que no madrugaron fueron alrededor del 20 %, burlando las ilusiones de muchos. Podría ser más eficiente y menos contradictorio, la asignación de citas. En realidad los tumultos de la mañana van en contravía de la cuarentena de este fin de semana" declaró una ciudadana en uno de los chats de Choachí.

Desde la alcaldía de Ubaque, por ejemplo, se planteó una convocatoria por pico y cédula, lo que parece ser una buena metodología y además a los que llegaban a vacunarse se les solicitaba su información del Sisben o  EPS, aparecer en la lista de la JAC o de ser necesario contar con un testimonio de un vecino. Todo esto fue dispuesto evitando los colados y aunque generó  por momentos traumatismo por contar con tan pocos recursos humanos disponibles, las jornadas se desarrollaron en la normalidad.

Podría pensarse que los presidentes de las Junta de Acción tuvieran una lista consolidada de las personas del campo beneficiadas, según su condición de edad y vulnerabilidad y con eso, mucha gente evitara perder la madrugada y el desplazamiento al casco urbano. Métodos como pico cédula o citación basada en la base de datos del Sisbén podrían ayudar a que el proceso sea más fluido y rápido. 

Desde este medio nos preguntamos si no sería más fácil  contratar a un grupo de funcionarios que se movilizara por las veredas y se adelantaran las vacunaciones en las escuelas y polideportivos, pensando especialmente en los sectores más alejados, en donde a los habitantes rurales les queda muy complejo desplazarse hasta el casco urbano. Con todo esto, se evitarían las aglomeraciones y los colados. El argumento según algunas fuentes es que este tipo de vacunas requieren de unas temperaturas y condiciones especiales, pero en el municipio de Gutiérrez el alcalde Juan Pablo Sánchez lo viene haciendo y nos prueba que es posible.

Información página oficial Alcaldía de Gutiérrez en Facebook.

Preocupan las quejas de la comunidad que dicen que al parecer se vieron personas de otras partes y lo que es más preocupante, hay comentarios que aseguran se están vendiendo los turnos para las personas de Bogotá. Por todo esto, debe existir mayor rigidez en el control que determine saber si las personas están radicadas en en el municipio. 

Los comentarios en redes están divididos. Una beneficiaria de las vacunas comentó: "Ayer me vacuné, llegué a las 7:30 am me dieron turno y me citaron a las 2:00 pm. Volví en la tarde y a las 3:20 ya estaba de salida. Fue rápido y organizado. Felicitaciones a el equipo de trabajo del municipio. Una excelente labor." En algunos chats, por el contrario, se escucharon comentarios adversos y para el caso de Choachí dijeron: "Parecen ferias" y otro argumentó: "Tenaz, de nada sirvió la cuarentena.". Una persona escribió: "Yo llegué a las 4am y quedé en el puesto 150 y cuando comenzaron a atender ya habían como 300 personas delante. Muchos avivatos colándose y nada de organización".

Ojalá mucha gente del pueblo se vea beneficiada de esta vacunación y esperamos que de todas estas experiencias vividas consigamos mejorar. El compromiso es de ambas partes y como comunidad avancemos en una cultura ciudadanía.