Jornadas del Paro Nacional en Choachí

Crónica de lo sucedido en la última semana durante las jornadas del paro en el Oriente de Cundinamarca. 

A la convocatoria a la movilización del 5 de mayo en Choachí que dio vueltas por los diversos grupos de WhatsApp locales, la gente respondió masivamente. Con música de fondo, carteles y banderas, la marcha recorrió el pueblo con consignas a favor del Paro Nacional y a sus reclamos y en contra de la brutalidad policial y el asesinato de manifestantes y líderes en las ciudades de Colombia. La movilización tuvo un ánimo festivo y fraterno y culminó, justo antes de que empezara el toque de queda, con un acto de conmemoración y homenaje a las víctimas, en el parque central. Entre las voces y consignas, se escuchaban frases del tipo, esto es histórico, esto nunca había sucedido en Choachí, que bueno que tanta gente haya venido.

La convocatoria la hizo un grupo de jóvenes, ellas también estaban sorprendidas con la asistencia. Allí se dieron cita organizaciones sociales, ciudadanas y ciudadanos de la región y el municipio que, desde diversas experiencias y propuestas, evidencian problemáticas y establecen acciones colectivas, pero también personas que querían sumarse a la indignación nacional que se sintetiza en este paro.



Esa misma tarde, también por los grupos de Whatsapp, un audio se hizo viral, un hombre, presunto organizador de un bloqueo llamaba, con un lenguaje violento, a dañar a los vehículos que persistieran en pasar, el bloqueo se llevaría a cabo en esa madrugada, el mensaje tenía el estilo de los audios anónimos que se hicieron viral en Cali y Bogotá avisando sobre lo que resultó una falsa alarma y que hoy conocemos como la noche en la que se iban a meter a los conjuntos. El mensaje generó un ambiente de miedo entre los pobladores sobre los enfrentamientos que se pudieran generar, e incluso influyó en algunos, sobre la decisión de participar o no en la marcha.

La siguiente noche, transportadores de la región se sumaban al paro y bloqueaban la vía que conecta a Bogotá con los municipios del oriente de Cundinamarca. Según los organizadores, se había avisado a todos los colegas camioneros que no viajaran por el bloqueo, sin embargo, aunque no fueron muchos, vehículos cargados con huevos, pollos, cerdos, entre otros productos locales y camiones sin carga se sumaron a la fila y a la espera.



Al medio día medio del día viernes 7 de mayo llegaron al lugar los alcaldes y alcaldesa de los municipios de Choachí Fómeque y Ubaque, para observar la situación y establecer un diálogo con los manifestantes, advirtieron de antemano que había poco que negociar, pero que querían escuchar las razones de los camioneros.

Por su parte, Diego Álvarez, vocero de los transportadores, discutía con sus compañeros sobre que casos eran especiales y se podían dejar pasar. A veces llegaban personas en carro particulares, aduciendo urgencias médicas o de otra índole para poder pasar, algunos lo lograban, pero la mayoría entre los pocos vehículos que llegaban al lugar se devolvían ante el bloqueo. Se había estableció un corredor provisional para los vehículos que transportaran alimentos perecederos.

Cerca del bloqueo, manifestantes y campesinos comentaban las últimas noticias del paro, muchos tenían como fuente la gran prensa del país, por lo que hablaban desde las agendas informativas de esos medios que han buscado desprestigiar y criminalizar las jornadas de protesta. En esas mismas voces se sumaban los rumores sobre los reclamos del paro nacional, pero, sobre todo, las evidencias de las problemáticas locales más sentidas por los transportadores y los habitantes de la región.

Se hablaba del pésimo estado de la vía en algunos tramos y en las vías de las veredas, del alto costo del servicio de transporte público y la persecución de las autoridades por compartir viajes en carros particulares, de la probabilidad de un peaje para esta vía, de la creciente inseguridad para los conductores y usuarios de la vía por el aumento de robos a vehículos en zona de páramo, de la perimetral, de la necesidad de proteger el páramo, de los intereses de grandes cementeras en proyectos de extracción en la zona y de la ayuda que ya debería estar circulando entre los campesinos para mejorar las economías familiares golpeadas por la crisis y el aislamiento, entre muchos más temas y necesidades. El paro nacional puso en el escenario las demandas y conflictos que surgen en el mismo territorio.



Como era hora de almuerzo y el cierre era al frente de un piqueteadero, parte de quienes iban a la mesa para mover los nudos del bloqueo, aprovecharon para echarle muela al piquete y recuperar energías. Posteriormente empezó el díálogo a puerta cerrada de las autoridades y sus equipos con los voceros de la protesta. Afuera los demás manifestantes, cargaban papas y pollo para la olla común.

En la mesa, lo primero fue ponerse de acuerdo en la agenda, eran muchas y diversas las quejas de los manifestantes. Las autoridades fueron claras en expresar que entendían las razones de la protesta y que podían transferir parte de los reclamos a autoridades competentes y al gobernador, pero que la mayoría de las razones se salían de su influencia e incluso de su incumbencia, que se debía tratar de generar el menor daño económico a los productores y comerciantes locales y que de permanecer el cierre no podrían evitar la intervención de la fuerza pública para levantar el bloqueo. Los voceros insistían en que mantendrían el cierre de manera permanente, pues la situación en las condiciones de la población en general y del gremio de camioneros eran insostenibles y se requerían acciones para superar la crisis.


Líderes del paro de camioneros y alcaldes del Oriente de Cundinamarca dialogan en Misicuy. Foto: El Sirirí

Las autoridades y otros participantes del diálogo, enfatizaban en las consecuencias que podrían sobrevenir si se mantenía la situación.  Elmer Amórtegui, concejal de Choachí, presente en la reunión, advirtió que el cierre sería la ruina para los floricultores de la zona, dado que aún no se reponían de las pérdidas del año anterior, y se esperaba que por el día de la madre se pudieran comerciar las flores en la ciudad. Otros sectores presentes enfatizaron que de mantenerse un bloqueo permanente las afectaciones a la población serían altísimas durante el fin de semana. A las cuatro de la tarde cuando ya empezaba a llover se acordó abrir temporalmente la vía en consideración a las necesidades locales, subrayando en la agenda común, una larga lista de asuntos por resolver. 

 

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