El pueblo le gana pulso a la Perimetral Oriente de Cundinamarca y en un hecho sin precedentes en Colombia, la comunidad detiene millonario proyecto de carretera 4G que afectaba los páramos, el agua y la vida.
La comunidad organizada por medio de las veedurías ciudadanas de la Provincia de Oriente ha conseguido un hecho histórico en Colombia, reunir las debidas pruebas y llevar hasta las últimas consecuencias un pleito que hoy tiene contra las cuerdas al proyecto Corredor Perimetral Oriente de Cundinamarca.
Desde hace más de tres años, comunidades afectadas de Choachí, Ubaque, Fómeque, La Calera, Sopó, Guatavita, Cáqueza y cerros orientales de Bogotá denunciaron la falta de criterio y rigor con que el Concesionario POB SAS, encargado del proyecto, planteó el trazado de la carretera y no tuvo en cuenta la participación, queriendo fraccionar una importante zona de conservación del Páramo Cruz Verde- Sumapaz y las cuencas del río Blanco y el área de influencia del páramo de Chingaza, zona vital para el agua de Bogotá.
Según comunicación oficial de Corporinoquia, los estudios de impacto ambiental resultaron incompletos y no contaron con un debido y riguroso estudio, por lo tanto, desconocieron la presencia de por lo menos 24 nacederos de agua, de los 60 identificados por la comunidad.
En la comunicación emitida por Corporinoquia se ordena al proyecto retirarse de las zonas de nacimiento y afloramientos hídricos de las Unidades Funcionales 4 y 5 a “una distancia de protección de mínimo 100 metros”. Con esta respuesta, a la Perimetral Oriente de Cundinamarca le queda imposible seguir insistiendo en el trayecto tal y como lo planteaban.
La POB SAS adquirió el contrato 002/14 ANI con un valor de $1.647.776.111.169 de pesos bajo la modalidad de Alianza Público Privada –APP y como parte de la Locomotora de la Infraestructura del gobierno Santos. Esta carretera planteaba unir la carga pesada generada de los Llanos Orientales, pasando desde Cáqueza a Sopó, rumbo al puerto Atlántico, sin la necesidad de pasar por Bogotá.
Con este hecho, el Estado colombiano reconoce que la ciudadanía tenía la razón, y sirve de aliento para los movimientos ciudadanos que con este ejemplo de comunidad organizada y apelando a la defensa con argumentos, estudios científicos serios y mucha paciencia, consiguen detener un proyecto de esta envergadura.
La comunidad organizada por medio de las veedurías ciudadanas de la Provincia de Oriente ha conseguido un hecho histórico en Colombia, reunir las debidas pruebas y llevar hasta las últimas consecuencias un pleito que hoy tiene contra las cuerdas al proyecto Corredor Perimetral Oriente de Cundinamarca.
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| Manifestación en Sopó (Cundinamarca) Foto: Alcaldía de Sopó |
Desde hace más de tres años, comunidades afectadas de Choachí, Ubaque, Fómeque, La Calera, Sopó, Guatavita, Cáqueza y cerros orientales de Bogotá denunciaron la falta de criterio y rigor con que el Concesionario POB SAS, encargado del proyecto, planteó el trazado de la carretera y no tuvo en cuenta la participación, queriendo fraccionar una importante zona de conservación del Páramo Cruz Verde- Sumapaz y las cuencas del río Blanco y el área de influencia del páramo de Chingaza, zona vital para el agua de Bogotá.
Según comunicación oficial de Corporinoquia, los estudios de impacto ambiental resultaron incompletos y no contaron con un debido y riguroso estudio, por lo tanto, desconocieron la presencia de por lo menos 24 nacederos de agua, de los 60 identificados por la comunidad.
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| Comunicación oficial expedida el 31 de octubre por Corporinoquía, oficio 500.11.18-13950 del Expediente 500.33.116-033 |
En la comunicación emitida por Corporinoquia se ordena al proyecto retirarse de las zonas de nacimiento y afloramientos hídricos de las Unidades Funcionales 4 y 5 a “una distancia de protección de mínimo 100 metros”. Con esta respuesta, a la Perimetral Oriente de Cundinamarca le queda imposible seguir insistiendo en el trayecto tal y como lo planteaban.
La POB SAS adquirió el contrato 002/14 ANI con un valor de $1.647.776.111.169 de pesos bajo la modalidad de Alianza Público Privada –APP y como parte de la Locomotora de la Infraestructura del gobierno Santos. Esta carretera planteaba unir la carga pesada generada de los Llanos Orientales, pasando desde Cáqueza a Sopó, rumbo al puerto Atlántico, sin la necesidad de pasar por Bogotá.
Con este hecho, el Estado colombiano reconoce que la ciudadanía tenía la razón, y sirve de aliento para los movimientos ciudadanos que con este ejemplo de comunidad organizada y apelando a la defensa con argumentos, estudios científicos serios y mucha paciencia, consiguen detener un proyecto de esta envergadura.
Gracias!!
ResponderEliminarBien! que prime el bienestar del medio ambiente antes que los intereses particulares.
ResponderEliminarTe recomendamos el artículo "¿Hacia dónde va la Perimetral?" en nuestra edición impresa que circula el fin de semana.
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