PIDO LA PALABRA. Los Medios Como Estrategia De Dominación.


PRIMER FORO DE EXPRESIÓN Y ORATORIA  IED EL HATO
Los Medios Como Estrategia De Dominación


Autor:
Yury Alexandra Díaz Guevara
Grado Noveno

Palabras clave: Libertad, Dominación, Liderazgo, Educación, Emancipación, esperanza

Los medios de comunicación son uno de los elementos más utilizados por las personas que tienen el poder de dominar a la sociedad por medio de estrategias que permiten disuadir al televidente de los acontecimientos que son verídicamente reales.

En muchas ocasiones la tele, la radio y las redes sociales nos trasmiten contenidos desfavorecedores que no presentan ninguna información disponible, creando en el individuo una actitud y pensamiento mediocre e ignorante ante las actitudes distractoras de quienes manipulan los medios masivos o de comunicación.

Por ello, siempre se genera esta pregunta sobre ¿Cómo los medios de comunicación influyen en nuestra vida? ¿Por qué si son ellos los que están a la luz del televidente dan tan mal ejemplo o nos aportan ideas que no tienen nada que ver con el asunto que se está tratando?
En nuestra actualidad los medios han ido ganando cada vez más “rating”, apoderándose vilmente de los pensamientos y acciones críticas de la sociedad.

Conllevando a esta a una vida  de dominación donde el que domina es el único que tiene el poder y la palabra sobre el otro sin importar si es de su agrado lo que se tiene en mente, por ello es que se crean  tantos programas películas hasta incluso noticias que no aportan nada a la persona que está detrás de la pantalla con el fin de este se duerma y quede hipnotizado  con palabras y acciones que no dan solución a posibles problemas relacionados con el estado de nuestros niños jóvenes y adultos aprovechando así para sacar ventaja y robar todos los suministros posibles  que nuestra sociedad posee. 

Es muy imposible ver como se aprovechan de nosotros pero si nos detenemos y analizamos detalladamente es sencillo detectar cuáles son esas estrategias que esconden detrás de la manga, por ejemplo, cuando nos transmiten tanta publicidad ¿Qué ganan ellos vendiéndonos un producto o una oferta?, ”mucho” porque de esta manera ellos aprovechan para realizar una jugada que tendrá doble filo, por una parte ellos venderán su producto y generaran en nosotros un hábito de consumo innecesario y por otro lado esa será una forma en la que ellos harán que dejemos de leer investigar e interrogar porque seguramente la internet y los aparatos tecnológicos que ellos venderán  cubrirán  y sustituirán el pensamiento humano. 

O como dice el lingüista y psicólogo Noam Chomsky el propósito de los medios masivos no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión publica de acuerdo a las agendas del poder corporativo  dominante. Por esto y muchas más razones es importante siempre estar interrogando y preguntando el ¿por qué? de las cosas, no todo sucede porque si, cada cosa tiene su casilla y su origen y lo que tenemos que descubrir nosotros es como ordenar todas esas ideas que se nos son planteadas en el rompecabezas de la vida, logrando  descifrar el camino para llegar a la meta que se nos fue diseñada  en el momento de nuestro origen, sin olvidar que somos personas capaces, que tenemos la suficiente habilidad para romper esquemas y predilectos que otras personas quieren por medio de estrategias construirnos todo con el fin de  mantenernos en un silencio profundo de oscuridad donde ni la libertad, la emancipación, la educación,  la esperanza y el liderazgo son conceptos que están bien vistos, por ello  tenemos que libéranos emanciparnos educarnos e informarnos para así dejarlos a ellos callados y sin esperanzas de que puedan dominarlos con sus  perversas garras destructoras y como fuente de libertad y educación no hay nadie mejor que un libro, él es el consejero que nos transporta al núcleo de la emancipación donde podremos apoderarnos  de la información y hacer de ella un contexto de verdaderos líderes que nos den un mejor futuro a nosotros mismos y a nuestra futura generación .

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