Por Johanna Durango
El 3 de julio se reanudaron las clases en la institución educativa departamental El Hato, luego de las vacaciones de mitad de año. Al llegar ese martes nos encontramos con la sorpresa de que un numero bastante considerable de estudiantes no asistió a la institución, este fenómeno se ha prolongado hasta la fecha.
Nuestra institución cuenta con más de 580 estudiantes y la sede el Hato cuenta con aproximadamente unos 320 estudiantes, de este número un 20 % de los estudiantes provienen de las veredas Junia, Tunjaque, 36 y Quisquiza, veredas que pertenecen al municipio de la Calera y que colindan con el municipio de Choachí.
Gracias a la ola invernal y al constate paso de la maquinaria de la obra perimetral de oriente, así como al abandono por parte de las autoridades de la carretera que conduce del hato a la calera y conecta las veredas: Junia,, Quisquiza, Potrero grande, entre otras, está convertida en un lodazal; los buses que normalmente transitaban por esta vía y en los cuales los estudiantes se desplazaban de sus casas al colegio no pudieron volver a circular debido al peligro que representa transitar por la misma.
El pasado 4 de julio la comunidad de la vereda Junia, se reunió con un ingeniero de la obra perimetral de oriente, el cual recorrió la vía observando los destrozos causados y escuchando los perjuicios ocasionados a toda la comunidad, principalmente el desplazamiento de los estudiantes de sus casas al colegio, y se comprometió a enviar la maquinaria necesaria para mitigar los problemas de la vía.
Desde entonces la perimetral ha enviado volquetas llenas de piedras para rellenar las partes de la vía que se hundieron, pero la vía aún no se logra hacer transitable.
Muchos de nuestros estudiantes para poder asistir al colegio han optado por arriesgar sus vidas, transportándose por sus propios medios en motos, estos muchachos llegan al colegio tarde y todos llenos de barro; a muchos de ellos las motos se les han dañado, se han caído, en fin, han tenido que enfrentarse a innumerables inconvenientes por culpa del mal estado de la vía.
En este punto se hace necesario la intervención de las autoridades competentes, para que la comunidad de estas veredas pueda retornar a sus actividades normales y los estudiantes asistan con total normalidad a la institución.
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