Por Jhonny Mak Casilimas. Docente del IED el Hato sede La Victoria.
Desde la vía principal, donde nos deja el transporte a varios docentes, estudiantes y personal de servicios generales de la sede La Victoria del IED El Hato, Choachí hay que caminar un kilómetro en el que se puede disfrutar de una hermosa vista de las montañas entre nubes que son características de la vereda. Pero existe un peligro inminente, que cómo muchas cosas que pasan en nuestro país no se hacen evidentes hasta que ocurre alguna tragedia.
La montaña se cae a pedazos sobre los primeros 300 metros por los que necesariamente tenemos que caminar estudiantes, padres de familia y docentes y a nadie parece importarle. Ya es una anécdota diaria para la comunidad educativa el relato de cómo alguien del colegio vio cómo caía una roca a la vía o cómo han podido esquivarlas cuando las alcanzan a ver rodar por la montaña.
Las piedras rodantes no son pequeñas ni inofensivas, varias de ellas, por su tamaño, pueden causar la muerte a un estudiante desprevenido, pero cómo dice la comunidad “gracias a dios no nos ha pasado nada”.
El pasado jueves 17 de mayo los docentes de la institución preocupados por esta situación nos acercamos a la alcaldía, a reportar lo que está ocurriendo y mostrar las fotos del estado de la vía, a la dependencia de planeación donde muy amablemente los ingenieros nos escucharon tomaron atenta nota de la situación y nos dijeron que pondrían maquinaria en marcha lo antes posible para solucionar este problema.
Mientras esperamos que las autoridades del municipio cumplan con su deber, seguimos viendo cada día que el problema se hace más evidente y solo podemos esperar que los estudiantes sigan atentamente las recomendaciones que se les dan en el colegio con el fin de evitar que suceda algo que tengamos que lamentar.
Solo nos resta recomendarle a los transeúntes frecuentes y ocasionales que tengan mucho cuidado al caminar por esta zona, que estén atentos al ruido que hacen las rocas cuando van cayendo y que cuando deban hacerse a un lado, para permitir el paso de algún vehículo, no se acerquen a la montaña.
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