Llegó navidad con su alegría, con su parte de ensueño, pero sobre todo, con los lazos de fraternidad entre aquellos y aquellas que compartimos el mismo sol y la misma tierra. Es un buen tiempo para celebrarnos, para mirarnos a los ojos, para comprender y entender la vida que sucede junto al cariño de los que caminan a nuestro lado. Reciban hoy nuestro saludo efusivo y el deseo de que la tranquilidad ronde estas fiestas en cada calle y en cada hogar.
Deseamos que la vida se llene de abrazos, palabras y cuidados, para así encontrar más impulsos para vivir y convivir, tanto en el año que viene como en los años que han de venir. Ojalá que la prosperidad sea la prosperidad de todos para que esta no dependa del aumento del salario mínimo; ojalá que el alimento sano se disponga en nuestras mesa para que nuestra salud encuentre la armonía y para que el ánimo este dispuesto para el jolgorio, la danza y el amor; ojalá que tengamos presente, que más allá de las dificulta des, nuestra unión hace la fuerza.
Así que piénselo muy bien, haga las pases y los brindis de rigor, échese un buen baile, relaje los sentidos y disfrute del día con todo y sus nubarrones, póngase la mejor pinta, suelte un par de lágrimas, regale algún besito, salga y siéntase parte del regocijo general, Busque la mejor compañía y el mejor recuerdo, la nostalgia también tiene su buena dosis de presente.
Hoy queremos dar nuestro agradecimiento a la existencia y a la confianza.
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